La vida no se mide en minutos se mide en momentos.
A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.

lunes, 28 de enero de 2013

Seis grados de separación

Recorría el norte de Francia. Iba por una carretera secundaria que discurría por la costa. Vistas preciosas, el sonido de las olas rompiendo contra los acantilados, el azul del mar y el del cielo se confundían en el horizonte. Paré en un mirador para observar el plano de carreteras más cómodamente. Salí del coche y extendí el mapa sobre el capó. Un par de minutos después un coche aparca a mi lado. Que sorpresa me llevé al ver que la matrícula indicaba que las personas en su interior eran también de Madrid. Y me dije, el mundo es un pañuelo.
Esta frase es la premisa que utilizó un escritor húngaro para narrar un cuento y mencionar por primera vez la teoría de los seis grados de separación. Una teoría realmente curiosa pero que por ello no deja de ser posible. El señor Karinthy nos contaba en su pequeña narración que dos personas totalmente desconocidas entre sí podían ponerse en contacto mediante una serie de conocidos comunes. Y que esta cadena de intermediarios no sería mayor a seis personas.
Parece algo improbable, a priori, pensar que con solo seis personas abarquemos a todo el planeta. Pero si nos detenemos un poco en esto y lo pensamos veremos que no es nada descabellado.
Para explicarlo tengo que mencionar al psicólogo Stanley Milgram. Este hombre es conocido en muchos ámbitos ya que sus estudios y experimentos son válidos para multitud de disciplinas. Uno de sus experimentos le llevó a formular la teoría del mundo pequeño. Cogiendo a dos personas al azar, en este caso en Estados Unidos, ¿llegará una carta desde el sujeto A al sujeto B sin enviársela directamente? La persona de origen tenía que enviar el mensaje a un conocido directo, y éste a su vez a otra persona que conociera directamente y así sucesivamente hasta llegar al destinatario final. ¿Cuantas personas se necesitarían para ello? Uno podría pensar que bastantes. Un país tan grande, bueno, ya es difícil que te lleguen las cartas del banco, así que... Fuera de bromas, lo que comprobó Milgram sorprendió a más de uno. La media de personas, para trasladar un mensaje de una punta de Estados Unidos a la otra, era de 5. También es cierto que había pequeñas trampas en su experimento que suscitaron algo de rechazo por parte de la opinión más ortodoxa del mundo científico. La gente que recibía el mensaje para volver a enviarlo sabían la dirección y trabajo del destinatario. Es decir, estaban algo condicionadas. Y había que confiar en que los intermediarios eligieran a la persona más idónea para que el recorrido fuera el menor posible. Había unas cuantas variables que no se podían controlar. La cosa también cambiaba si las razas o la condición social de los sujetos A y B eran dispares. Pero ensayando con distintos tipos de personas se pudo llegar a la conclusión de que esta cadena solo necesitaría de 6 personas.
Se han llegado a hacer experimentos bastante curiosos. ¿Cuál es la interconexión entre miembros de un mismo gremio? Aquí surgió el número de Erdōs. Este hombre fue un reconocido matemático que publicó, en colaboración con otros colegas suyos, numerosos trabajos y estudios. Erdōs tenía número cero. Y a todo aquel que colaboró con él se le asignó el número 1. Y los que, a su vez, escribieron artículos con estos últimos se les asignó el número 2. Con lo que el número de gente sube exponencialmente cada vez que avanzamos en la cadena. Ahora mismo hay científicos de número 8 y 9 de relación con Erdōs. Varios miles de ellos.
Algo parecido se ha hecho con el actor Kevin Bacon. Mediante una base de datos de seiscientos mil actores, de todo el mundo, se ha relacionado a todos con el actor americano. Como media se llega a una cadena de 4 personas. Por ejemplo, Fernando Fernán Gómez  trabajó en "Los restos del naufragio" (1978) con Isabel Garcia Lorca, que trabajó con Kevin Bacon en "She's having a baby". Por lo tanto, Fernán Gómez está a solo dos pasos de Kevin Bacon. Increíble, ¿verdad?
Estas ideas basadas en teorías de conjuntos y grafos son estudiadas ahora por el auge de las redes sociales y por ser base de los motores de búsquedas. La implementación de Facebook o Google están basadas en estas teorías que al fin y al cabo son interacciones entre conjuntos y grupos, intersecciones y relaciones entre ellos y los elementos que los conforman.
El planeta cada vez esta más ínterconectado. La expresión con la que comencé del mundo es un pañuelo cada día que pasa se hace más cierta.
Si cada persona tiene 100 conocidos, cada uno de ellos 100 más y así durante 6 iteraciones, si hacemos el cálculo nos saldrá un montón de gente.
Y salvo que una comunidad esté aislada completamente, difícil por no decir imposible en esta época, los 6 mil millones de personas están al alcance de unas pocas llamadas telefónicas.
Todo esto me ha venido a la mente por un hecho raro, extraño. Ayer por la noche pensé en ello, aunque ya era consciente de este peculiar dato. No creo que deba contarlo porque concierne a más personas pero es una situación de esas en la que exclamas, ¡qué jodidamente pequeño es el mundo!


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