La vida no se mide en minutos se mide en momentos.
A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.

jueves, 17 de enero de 2013

Día D

El desembarco de Normandía.
Hace mucho tiempo, cuando se estrenó, vi la película "Salvar al soldado Ryan". Spielberg rodó unos 45 primeros minutos primorosos. El rodaje del desembarco fue increíblemente realista. Quedé impactado por las imágenes. La fuerza, la crudeza, la brutalidad de algunas tomas, las escenas pasaban sin que pudiera si quiera respirar. Cámara en mano rodó el devenir de los soldados a través de la playa. Salí del cine deseando saber más. Y empecé a interesarme por la Segunda Guerra Mundial.
Nunca me llamó la atención la historia. En realidad la historia que se enseñaba en el colegio o el instituto. Una sucesión de fechas y datos. Sin profundizar demasiado en nada. Supongo que para un primer contacto estará bien, no soy profesor. En fin, que a mi lo que me gusta son las historias dentro de la Historia. Los personajes. Las vivencias.
Unos años antes vi otra película que me hizo pensar. "La lista de Schindler". Me interesé por este hombre, leí la novela en la que se basaba la película, busqué datos, vi documentales. Fue una de las primeras veces que lloré con un filme. Ahí comenzó, en realidad, mi curiosidad por saber más de esta guerra.
Más tarde estuve en la zona de Normandía. Recorrí esas playas. Rememoré las escenas vistas en documentales y películas.
Empecé mi "tour" por Caen. Lugar que durante esa época quedó destrozado. Una ciudad bombardeada y destruida en casi su totalidad. Es una ciudad bonita, todo el norte de Francia lo es en realidad. Pero al recorrer sus calles sientes que todo es muy nuevo, reconstruido.
Después de comer cogí el coche y me dirigí a las playas. Utah, Omaha, Juno, Sword y Gold. Sus nombres en clave.
La Operación Overlord. Recuperar Europa del dominio nazi. Y dentro de esta, la Operación Neptuno. Fue una locura, un suicidio para muchos soldados. Un plan descabellado. Sin embargo, funcionó. A medias, también es verdad. Un plan complejo, con muchos vericuetos. Una batalla naval que implicó a miles de buques de todo tamaño y condición.
El desembarco está lleno de pequeños relatos. Trucos de los aliados por ejemplo. Maniobras de distracción geniales como el de crear tanques de goma. Idea ingeniosa. ¿Quién, en su sano juicio, pensaría que algo así fuera a funcionar? Un ejército inventado para distraer. Y lo más alucinante es que lo alemanes picaron. Relatos de agentes dobles pasando informaciones falsas, datos erróneos en ambos bandos. Debieron ser días de confusión. Decidir en base a algo a lo que no puedes agarrarte. Algo en lo que no confías. Días interesantes para vivirlos desde dentro.
Al llegar a la costa ya notas que allí ocurrió algo grande. Observas los diques artificiales en el horizonte. La sensación al ver las barcas que utilizaron, boca abajo en la playa, con miles de agujeros de metralla o de bombas en sus cascos. Da miedo. Yo sentí terror. ¿Cómo pudieron enfrentarse a eso los soldados aliados? La adrenalina, supongo. Cuando ya estas metido en el ajo mandas todo a la mierda y tiras para adelante con lo que sea. Sobrevivir o morir en el intento. Me senté un rato en una de las playas. Y pensé que todo debió ser enormemente sangriento, para ambos bandos. Me imaginé los aviones aliados atacando las defensas nazis, a su vez los  nazis disparando bombas antiaéreas y con un ojo puesto en los buques de guerra que soltaban cañonazos a diestra y siniestra. Las gabarras llenas de soldados y tanquetas, al mismo tiempo, surcaban las olas producidas por los motores. Los alemanes masacrando a los aliados que se atrevían a pisar la costa, y los que lograban sortear las balas porque un ángel se les puso en su camino caían en las miles de minas diseminadas por la arena. Los ángeles de la guarda tuvieron mucho trabajo ese día.
Hay miles de tributos por toda la zona. A los soldados caídos. Hay estatuas, ametralladoras, tanques, barcos, plataformas, museos, exposiciones. Todo repartido a lo largo de los cerca de 80 km en los que se fraguó la batalla.
Descubres historias personales, tal soldado que se tiró en paracaídas cayó en el tejado de ese edificio, otro valiente murió al atravesar un puente pero consiguió que su unidad lo atravesara, un hombre sin miedo se adentró en el infierno y logró matar a un teniente alemán. Historias con nombres propios que hacen que todo sea más cercano a ti.
Toda la tarde estuve de un lado para otro, respirando un aroma a mar pero con una sensación agridulce. Tenía muchas ganas de ver todo aquello pero, si soy sincero, me dejó un poco triste. Tuve sentimientos encontrados, la excitación de saberme en un sitio fundamental en el siglo XX y la aflicción por darme cuenta de la atrocidades de las que es capaz el ser humano. Sentí pena en el coche de vuelta a Rennes donde estaba mi hotel.
Me atrae. La historia me fascina. La Segunda Guerra Mundial es un cúmulo de relatos, curiosidades, excentricidades, casualidades. Hace unos meses estuve en otro lugar primordial en el desarrollo de esta contienda. Fui a ver la bahía de Pearl. Ya lo contaré algún día. Visitar Pearl Harbor fue un momento trascendental. Quizá nunca hable de ello o quizá lo haga mañana. Quien sabe.
Me despediré hoy con una frase de Tom Hanks en su papel del capitán Miller. "Cada centímetro de esta playa es un objetivo, si os quedáis aquí moriréis".

miércoles, 16 de enero de 2013

Tabata

El doctor Izumi Tabata es el inventor de este método de entrenamiento. Se dió cuenta, mediante una serie de experimentos, que se podía trabajar el cuerpo de forma aeróbica y anaeróbica  al mismo tiempo. Consiste en hacer ocho series de ejercicios de veinte segundos cada uno con un descanso de 10 segundos entre cada serie. Estas deben ser de mucha intensidad, cuantas más repeticiones se hagan mejores son los resultados. Y evidentemente no vale cualquier ejercicio. Debe ser uno en el que se trabajen bastantes músculos a la vez.
Esto, que parece una banalidad, es muy importante. Realizar un tabata bien es algo difícil, muy complicado. Acabas extenuado.
Esta pequeña introducción me da pie a contar un momento. Uno actual. Del presente.
La intensidad es muy importante, hacer cualquier cosa con pasión es fundamental para el éxito. Cuanto más intenso más recompensa.
Estoy avanzando en mi forma física. Es la vez que más orgulloso estoy de mis logros. Siento más flexibilidad, siento más potencia, siento más fuerza, siento más resistencia.
Hay posibilidades de mejora, por supuesto, pero veo avances.
Y la intensidad y la pasión son fundamentales. Hace años entrenaba de forma distinta. Tuve una época en la que, como ahora, me dediqué durante varios meses a cultivar mi cuerpo. Descansaba entre cada serie de ejercicios, los repetía varias veces, era otra filosofía. Ahora no hago repeticiones de series, trabajo de forma intensa, sin descanso. Trabajo el mismo músculo con ejercicios distintos. E intento variarlos. Hacer muchos, y mezclarlos. Primero trabajo abdominales, las distintas partes de estas, la parte baja, los oblicuos. Luego paso a las piernas, caliento un poco, hago estiramientos. Ejército la flexibilidad. Más tarde paso a flexiones, trabajo pecho y espalda. Ganar en musculatura. Vuelvo a hacer ejercicios de abdominales, distintos esta vez a la primera. Luego tocan las mancuernas. Musculación del bíceps, de los hombros, el deltoides, el trapecio, los tríceps, el serrato. Vuelvo a hacer piernas, sentadillas con mancuernas. Y multisaltos si tengo tiempo. Ejercicios pliométricos. Para acabar, de nuevo vuelvo a las abdominales. Todos muy variados. Y sin descansar más que unos pocos segundos entre ellos. Con ello consigo durante una hora y media o dos, dependiendo del tiempo que posea, una intensidad increíble que no deja que piense más que en lo que estoy haciendo. Concentración en cada movimiento, cada flexión de la articulación. Recabo información que me transmite mi cuerpo y varío la carga a la que lo someto. No soy especialista en entrenamientos deportivos, pero si se las sensaciones de mi cuerpo. Y son realmente buenas.
He probado a hacer el tabata con sentadillas y levantado unos kettelbells de 4.5 kg cada uno pero no he conseguido hacer las 8 series. Mi nivel ahora está en 6 series. Pero seguiré intentándolo.
Entreno todos los días, salvo algún que otro día que el tiempo no me lo permite o alguna situación especial. Ayer por ejemplo no pude por algo que contaré después.
En cuanto a lo del parkour, aún no he salido a la calle salvo una pequeña toma de contacto en la manga hace unos días. Quiero ganar en potencia de piernas para poder saltar. No estoy conforme aún con la altura de mi salto. Y estoy aprendiendo a hacer el handstand, por ahora levantado piernas por el método del trípode. Ya me mantengo. Tengo que seguir mejorando. Quiero llegar a hacer giros en el aire. El límite lo pondrá la gravedad y mi fuerza.
Con respecto al día 1 de Enero que dije que quería hacer parkour he subido mi nivel físico. Un avance de 15 días, dentro de dos semanas volveré a hablar sobre el tema. Espero progresar.

Post Scriptum :  Al final no me darán la chapa de la semana sin hablar con ella. Conversación reveladora. Necesaria. Ya no estoy enamorado. No puedo amar a alguien que se quiere alejar de mi. Creo que no hablaré más de ella. Como dijo Ali "soy joven, soy guapo, soy rapido y no seré derrotado....soy mejor que cuando tenia 22. Ahora tengo más experiencia. Me han roto la mandibula, he perdido, me han tumbado un par de veces. Estoy entrenando cosas nuevas, he cortado arboles, he luchado con cocodrilos, peleé con una ballena, atrapé un rayo, puse en la carcel a un trueno. Soy malo. La semana pasada asesiné a una roca, lesioné a una piedra, mandé al hospital a un ladrillo. Soy tan malo que enfermo a la medicina.....y tú me alabarás cuando gane....te mostraré lo grande que soy." Me encantaría tener esa confianza en mi mismo. Intenciones. ¿Realidad?


martes, 15 de enero de 2013

Desintoxicación

Estoy con ansiedad desde esta mañana.
He tenido un sueño maravilloso mientras lo soñaba y horrendo al despertar. Y no logro quitármelo de la cabeza. Un sueño de compensación, lo que no se produce en la vida se hace real mientras duermes.
Me siento solo. Intento no pensar en la soledad, sin embargo mis intentos no fructifican.
Empecé a escribir este blog por no encerrarme en mi mismo, para sacar todo lo que hay dentro de mi. Nunca pensé que nadie me leería y por eso escribí cosas muy interiores, cosas de las que nadie sabe, nadie intuye, nadie si quiera podría adivinar. Mis pensamientos siempre han sido míos, siempre los he guardado celosamente en mi mente. Y ahora necesito hacer un ejercicio de introspección, necesito averiguar quien soy. Y si realmente soy una persona terriblemente egoísta, sin sentimientos, sin corazón.
Estoy en un proceso de desintoxicación. Curándome de mi adicción a la mujer de la que he estado completamente enamorado durante una década. Cada día es una lucha continúa, mi cabeza dice una cosa, mi corazón otra. Durante el terremoto que fue la ruptura dijo de mi cosas duras, hirientes, mentiras que en su mente transformó en realidades. Su punto de vista, claro. ¿Cómo es posible que siga pensando en ella? Es un esfuerzo enorme no escribirla, aún sabiendo que después de romper me ha mentido, aún sabiendo que fue por otro. Iba en el autobús hace apenas una hora pensando en cuando me bañé con ella en Miami, en sus aguas claras llenas de pececillos. En el beso que la di mientras nadábamos juntos. En el abrazo que nos dimos mientras nos decíamos cuanto nos amábamos. ¿Por qué me martirizo de esta forma?¿Por qué pienso en alguien a quien ya no intereso lo más mínimo? Ella toma pastillas para superar, para olvidar. En algún momento tendrá que dejarlas y enfrentarse a lo que su mente le obligue. Sus miedos. Yo dejé de medicarme, mi opinión es que tengo que poder pensar con claridad y las pastillas me adormecen, me dejan k.o., y no quiero ser un muerto viviente. Enfrentarme a mis fantasmas. Y ahí estoy, pasando el mono. El amor es la droga más dura y más difícil de superar. Me llamo Rubén Ferrán y llevo 6 días sin escribirla, podría decir en un teórico grupo de apoyo a modo de presentación. Mañana me darían la chapita de la primera semana, luego la del mes, la del medio año más tarde. ¿Una utopía?¿Soy realista? No se que haré esta tarde, mucho menos que pasará dentro de 6 meses.
Me dicen que tengo que valorarme. Soy lo que soy, no puedo engañar a nadie. Mis obsesiones, mis temores, mis pasiones, todo viene conmigo. Me miro en el espejo y veo a un chico que no esta mal físicamente, pero por dentro esta librando una guerra y esta destrozado, herido, mutilado. Gana batallas y pierde otras. En un momento esta en la colina celebrando la victoria y horas más tarde esta en el foso, cubriéndose como puede del enemigo.
El tiempo va pasando, me hago más viejo día a día. No es que madure sino que mi alma envejece, se hace más dura, menos pasional, la ilusión se esfuma, el futuro se hace oscuro.
Quizá hoy este así por el sueño, el subconsciente me ha traicionado, me ha vendido. He dejado correr mi fantasía durante mi descanso nocturno y eso ha sido la perdición.
¿Cómo se domina a la mente? ¿Pastillas? No creo que sea la solución, más bien un parche. ¿Pensar mal de la otra persona? Lo intenté, pero no pude. Es imposible para mi. Quizá a ella le funcione, a mi me resulta una tarea complicada. ¿Un clavo saca a otro clavo? Injusto para ambos clavos y para mi.
Por ahora lo único que me funciona es el ejercicio físico. Pero la resistencia es finita y no puedes estar sudando todo el día. Hay que recuperar, descansar. Y es en esos momentos de descanso donde mi cerebro clava el puñal a mi corazón. Duele. Intento agotarme lo máximo posible durante la práctica de deporte para que mi mente este cansada y las conexiones sinápticas sean más lentas, que incluso se extingan en los primeros pasos. Pero una vez he recuperado, mi maldito cerebro vuelve a funcionar. Y revisa ideas, preguntas y planteamientos ya desechados.
¿Qué he de hacer? Durante tres meses he revisado en mi mente toda clase de recuerdos, y desde hace algo más de uno los plasmo en el blog. Me ha ayudado. He visto que no soy tan malo, ni egoísta, ni he faltado al respeto a nadie. Mi vida, básicamente, se ha reducido a ir por mi lado sin molestar, sin meterse con nadie, sin inmiscuirme en la vida de los demás. Jamás hablé mal de nadie, ni siquiera de ella, en estos momentos en lo que lo más sencillo sería discutir, pelear, luchar. Me he sumido en un estado de sumisión. Para mi nunca ha sido importante de quien es un libro o un disco, lo esencial, lo trascendental, lo que realmente me preocupa es como ocurrió sin enterarme, sin que ella dijera nada, sin previo aviso. ¿Cómo pudo pasar algo tan demoledor sin ser yo consciente de lo que ocurría?
Eso es lo que no me deja dormir tranquilo. He estado ciego. De haber sabido la realidad, ¿habría actuado de otra forma? Seguramente. Ciertamente sí.
Solo puedo esperar que esto pase. Que el tiempo corra rápido y no se detenga. Nunca deseé tanto que la vida pasara veloz.
¿Vendrán tiempos mejores?¿La tristeza tornará en alegría?¿Existen los milagros? Preguntas sin una respuesta clara.

lunes, 14 de enero de 2013

Tatuaje

El tatuaje es una forma de expresión. Siempre cuenta algo de lo que somos o de lo que nos gustaría ser.
Desde la antigüedad el ser humano se ha dibujado cosas en la piel, por diversos motivos. Bien por cuestiones de poder, bien por misticismo o por distinguirse del resto.
El tatuador es un artista del dibujo, de las formas, de la tinta. Diseñan y transportan del papel a la piel. Mucha presión ya que en el cuerpo no hay margen para el error.
Yo tengo dos tatuajes, uno en cada brazo. Cerca del hombro. ¿Por qué me los hice? Cada uno por distintos motivos aunque tienen algo en común. Ambos son animales alados.
Mi naturaleza soñadora, algo intrínseco en mi, hace que mi mente al igual que mi cuerpo deseen volar. Siempre he admirado la altura. Ver la vida desde una posición superior. Divisar todas las posibilidades. Cuando me hospedo en un hotel siempre pido habitaciones altas, cuando veo un castillo quiero subir a su torre, cuando hay un observatorio en cualquier edificio quiero ascender hasta su cima, adoro viajar en avión y pasarme el rato mirando por la ventanilla, contemplar a vista de pájaro el mundo. Sientes una excitación increíble. Incluso te sientes poderoso. Estas más cerca del cielo y te crees alguien divino. Un habitante del Olimpo. Dejando atrás la arrogancia, me encantaría poder volar.
De pequeño veía una serie en la televisión, "gran héroe americano", en la que un tío se encontraba un traje parecido al de Superman y al ponérselo conseguia tener poderes, entre los cuales estaba volar. Yo imaginaba que era él y que tan solo dando esos fantásticos tres pasos me lanzaría en un vuelo increíble. Y probaba en mi habitación dando saltitos pero a lo más que llegaba era a planear hasta el suelo desde mi corta estatura. Imagen infantil y graciosa pero clarificadora. Desde tan corta edad ya pensaba en surcar los cielos.
El primer tatuaje que me hice fue un dragón alado en el brazo izquierdo. Un ser mitológico.
Estaba decidido a hacerme un tatuaje, y sabía que quería algo con alas. Pero no sabía que exactamente. Fue en el estudio de tatuajes, donde mirando dibujos, lo vi. Me llamó poderosamente la atención. Un dragón, eso era lo que buscaba. El chico que atendía se puso a mi lado y me dijo, ese es uno muy bueno y es un diseño propio, la autora está hoy por sí quieres hacértelo. Y no me lo pensé dos veces. La chica era un genio. Lo hizo perfecto. Cuando un par de años más tarde fui al mismo lugar para hacerme el segundo, el tatuador se quedo alucinado de la perfección del primero. De los detalles. Un trabajo de diez. No sabía nada sobre dragones, su universo mitológico era desconocido para mi. Aún así fue una imagen que me atrajo y por eso la elegí. Con este primer tatuaje quería demostrar al mundo que mi felicidad estaba en dejar volar mi imaginación, deseaba soñar en un momento de mi vida difícil, complicado.
El segundo, como ya he comentado, decidí hacérmelo un par de años después. El motivo era distinto. Los animales alados para mi tienen un significado muy claro. Libertad. Un pájaro puede desplazarse a cualquier lugar del planeta, alzar el vuelo y disfrutar de algo que mucha gente no posee. El placer de sentirse libre, sin ataduras ni a lugares ni a ideas. ¿Y que pájaro simboliza claramente esto? Quería un águila. Alas poderosas, fuertes patas, pico que infunde temor. Es el rey del cielo. Deseaba que cualquiera que viera mi tatuaje supiera que mi lema es la libertad personificada en ese águila.
Llegué al estudio y me puse a ver diseños y al igual que con el primero, en cuanto lo vi me enamoré de él. Un águila con la palabra "liberty" entre las patas. Ese era. La letras redundaban en la idea que tenía en mente, por si alguien no entendía el por qué. Había un problema, el águila tenía entre las alas unos arcos y en el interior no había nada. Tenía que decidir que poner dentro. Como no lo tenía claro, el chico me dijo que lo dejara vacío y que cuando supiera lo que deseaba me lo tatuaría. Ese pequeño hueco aún sigue en mi brazo. Como detalle curioso he de decir que lo quería en la espalda. Uno grande, muy grande. Que las propias alas del águila parecieran ser las mías. Sin embargo, el diseño que elegí hubiera quedado mal a una escala mayor y acabamos decidiendo, entre el artista y yo, que lo mejor sería el brazo. Así tendría las alas del dragón en un lado y las del águila en el otro. Dos emperadores de los cielos que sostendrían mi vuelo.
Hace dos meses decidí que quiero un tercero. No estoy tan seguro como con los otros dos. Debido, claramente, a que no estoy seguro de nada en mi vida. Pero deseo marcar este instante en mi cuerpo. Quiero mirarlo cada mañana al ducharme y recordar lo que soy y lo que deseo ser. Y como no podía ser de otra forma quiero alas. He pensado en un fénix. Otra criatura surgida de los mitos. ¿En qué lugar debería estar? Sin duda en el pecho, en el corazón. Aún no he ido a mirar dibujos porque se que sí alguno me atrae me lo haré en ese mismo instante. Quiero rumiar la idea un poco más. Probabilidad del tercer tatuaje, 75%. Probabilidad de volar, 50%. Probabilidad de soñar, 25%. Probabilidad de amar 0%.
Meras posibilidades, cierto. Y como todas ellas llevan consigo asociadas un error. Espero equivocarme. Deseo creer en la falsedad de mi premisa. Deseo poder amar.

domingo, 13 de enero de 2013

Domingo

It's a new dawn, it's a new day, it's a new life for me and i'm feeling good.
Hoy voy a ser corto. Breve.
Voy a hacer ejercicio. Veo una amplia gama de colores, no solo grises.
Sintonía entre mi cuerpo y mi alma.
Ya veremos dentro de unas horas, ahora aprovecharé este momento de exaltación y fuerza.

sábado, 12 de enero de 2013

Desmontando a Rubén

A lo largo de mi vida, tengo 35 años, siempre ha habido una constante. Algo que he buscado cada día, algo que me ha hecho soñar. El amor.
He sido una persona tremendamente enamoradiza. Siempre, desde que tengo uso de razón. Cada mañana de estos 35 años me levanté pensando en la chica que en ese momento ocupara mi mente. Deseando estar a su lado, hablar con ella cada minuto del día, reírnos juntos, llorar abrazados, sostener su mano.
La primera fue Vanesa. Con diez años me enamoré perdidamente de esta chica. En el colegio jugábamos juntos, éramos amigos, y ella me parecía la niña más maravillosa de todo mi mundo. Comíamos en el colegio, y mientras lo hacíamos, nos retábamos a ver quien desviaba antes la mirada. Yo siempre perdía. Hasta los 13 años estuvo cada día en mi mente, quería sentir esa mirada sobre mí durante toda mi vida.
Me mudé de casa. Para un chaval de esa edad fue triste. Su primer amor, aunque fuera no correspondido, se quedaba y el se iba. Ese último verano allí supe que era la melancolía por primera vez.
Sin embargo, al empezar de nuevo el colegio nueva gente encontré y de otra chica me enamoré. Esta era distinta a la anterior, pero con algo en común con todas las chicas que aquí mencionaré. Todas me parecieron muy especiales.
El sentimiento evolucionó, lo que de niño eran juegos inocentes y soñar con mirarla eternamente se transformó en querer besarla. Un simple beso. Un contacto también inocente pero muy expresivo. Y cada día que veía a esta niña  en el colegio deseaba hacerlo. Ella me encantaba, ¡era tan dulce y simpática! Fui al instituto con ella, y vivía cerca de mi. No obstante nunca la dije nada, sabía que también ese sentimiento era no correspondido. Aún así muchas noches soñé que ella era mi princesa y yo su príncipe encantado. Su nombre es Itziar.
Al salir del instituto otra mujer ocupó mi mente. Ya eran cosas mayores. Ángela era de otra ciudad, de otro mundo. Y el sentimiento acabó por madurar del todo. Ahora era amor completo, desear un contacto físico. Con esta chica mantuve una atracción cercana a la locura. Muy intenso. Dos jóvenes enamorados que descubren la vida, que sienten el azote del deseo, que comienzan a hablar de familia. La lejanía acabó por desquiciarnos y todo se volvió escabroso y duro.
Silvia vino después. Era un espíritu libre. Su locura es lo que me tenía enganchado. Además era preciosa. Intentaba estar a su lado cada oportunidad que tenía. Ella ya tenía novio y yo no pude más que  soñar con ella. Mirarla y sonreír mientras en mi interior me moría de ganas de fundirme en un beso pasional que durara hasta que el mundo ya no fuera mundo. Un par de años sufrí esta impotencia.
Luego llegó Paola, una chica muy guapa. Exótica. Distinta. Trabajaba conmigo, éramos buenos amigos. Pero una vez más alguien ahí arriba se reía de mi y Paola ya estaba comprometida con otro tío.
Mi corazón y mi alma empezaban a inquietarse. Deseaba encontrar un amor correspondido.
Sin embargo apareció Lules, una mujer extremadamente bella. Una mujer impresionante. Me encantaba su forma de hablar, de expresarse, de contar las cosas. Acabé enamorado de ella en cuanto me miró pero ella jugaba en otra liga y yo solo pude disfrutar de su compañía durante un brevísimo espacio de tiempo.
Mi desazón era obvia, mi alma estaba turbada. Sentía un desasosiego tremendo. Gritaba al destino. Si había alguien para mí deseaba encontrarla ya.
Almudena apareció en mi vida de pronto. Un día de verano. Me enamoré de ella por su bondad. Una mujer adulta con alma de niña, al igual que yo. Dos personas muy parecidas en su corazón y en su pensamiento. Y ella se enamoró de mi también. Mario Benedetti escribió que para estar total, completa, absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor. Y no podría estar más de acuerdo con él. Diez años y unos meses después ella dejó de amarme y todo se acabó. La bondad que vi en ella se había transformado. 
Tres meses después de ese impacto tremendo que es no saberte amado estoy en una zona extraña. Por las mañanas ya no me levanto pensando en nadie. Algo que he necesitado durante los últimos 25 años. Me siento raro, creo que he perdido la capacidad de soñar.
Ese impedimento para fantasear, para una persona como yo, es la muerte. Vivir como un zombie. Mi corazón necesita alguien por quien latir, aunque sea una utopía, inalcanzable. Y lo más desmoralizador es que no veo a nadie especial, ¿se habrán extinguido esos seres?¿o será que no quiero encontrar a nadie por miedo a qué mi pobre y recompuesto corazón se rompa de nuevo en mil pedazos?¿o quizá es el tiempo?
Ciertamente no lo se. Ahora lo único que se es que soy un pedazo de carne sin alma.¡Quiero sentir!¡Quiero soñar!
Escribo esto escuchando música celta, incitadora, evocadora, con un punto de pasión, de romanticismo. Y una lágrima cae. Un punto de partida. Un cuerpo que llora tiene algo de alma, ¿no?  





viernes, 11 de enero de 2013

The Star-Spangled Banner

La primera vez que escuché, en directo, el himno de Estados Unidos fue en un partido de la NBA.
Nueva York, Madison Square Garden. Templo mítico del deporte americano y en especial del baloncesto. Knicks contra Memphis. En aquel momento era un partido más entre un equipo de la conferencia este y otro de la oeste, sin nada en juego. Sin embargo yo iba con una emoción inmensa que estalló en el momento del himno. Lo cantó una niña, con una voz vibrante, llena de potencia, una entonación perfecta. Se me hizo un nudo en el estómago y la piel se me erizó. ¿Qué tiene esa canción que emociona tanto? ¿Quizá fue el ver a los americanos levantarse al unísono, como si tuvieran un resorte en las piernas, y ponerse la mano derecha en el corazón? ¿Quizá oír cantar y tararear a cientos de personas a la vez? ¿Quizá ver en los video-marcadores la bandera en tamaño gigante de las barras y estrellas? ¿Quizá sea yo, que soy un poco friqui y me gustan ese tipo de cosas? Puede que sea una mezcla de todo ello. Lo único cierto es que en ese momento, al acabar la niña de cantar, silbé y aplaudí como un estadounidense más. Me había convertido en un yanqui en ese ritual deportivo.
Pasa con muchos de los himnos americanos, que lo de ser patriotas lo dominan que da gusto. ¿Habéis oído el de los marines? Seguro que sí os sonará. Buscadlo por internet. Escuchadlo. "From the Halls of Montezuma, to the shores of Tripoli; we fight our country's battles, in the air, on land, and sea; first to fight for right and freedom, and to keep our honor clean; we are proud to claim the title of United States Marine." Te dan ganas de alistarte, de coger un fusil y largarte a cualquier guerra absurda con el tatuaje de Semper Fidelis en el brazo. Es extremadamente motivadora, y la música apoya la letra en todo momento.
Otra canción que usaron como himno, o como representación de unos ideales fue Yankee Doodle. La letra es maravillosa, es alucinante. "Yankee Doodle went to town, a-riding on a pony; he stuck a feather in his hat and called macaroni. Yankee Doodle keep it up, Yankee Doodle dandy; mind the music and the step, and with the girls be handy!". Hay una película que en inglés se llama Yankee Doodle dandy, en la que sale James Cagney, y verle cantarla y bailarla es una delicia. Su voz y sus pasos te dejan con la boca abierta de par en par.
Esta no es americana pero no puedo dejar de mencionarla. "The British Grenadiers" es una marcha inglesa. La podeis oir en la genial pelicula de Kubrick "Barry Lyndon". Los tambores resuenan, las flautas lanzan su melodia y escuchas esta letra, "Some talk of Alexander, and some of HerculesOf Hector and Lysander, and such great names as these. But of all the world's great heroes, there's none that can compare. With a tow, row, row, row, row, row, to the British Grenadiers."
Te imaginas que estas en la batalla, ingleses contra los colonos americanos. Casacas rojas contra casacas azules. Emocionante. Exaltación del alma. Tu yo guerrero se levanta de las sombras.
"Dixie" o "I wish I was in Dixie" es una canción sureña de la época de la guerra civil. Y aun hoy es toda una declaración de sentimientos. La versión por la que yo la conocí fue la que hizo Elvis Presley. Es una joya. "I wish I was in the land of cotton, old times they are not forgotten; Look away! Look away! Look away! Dixie Land. In Dixie Land where I was born, Early on one frosty morning, Look away! Look away! Look away! Dixie Land.". Tiene algo, ¿verdad?
Ahora recuerdo otra con una fuerza tremenda, música poderosa, sonido que engancha, letra que conmueve. La cantaban ambos bandos de la guerra civil, y es un deseo de que los soldados vuelvan a casa. Me refiero a "When Johnny comes marching home". La habéis oído, seguro, en la tercera parte de La jungla de cristal. "When Johnny comes marching home again. Hurrah! Hurrah! We'll give him a hearty welcome then. Hurrah! Hurrah! The men will cheer and the boys will shout. The ladies they will all turn out. And we'll all feel gay. When Johnny comes marching home."
De esta época también es "oh, Susanna". Una de los primeros mega éxitos americanos. Y la adoro. Me encanta. "Well I come from Alabama with my banjo on my knee, and I'm bound for Louisiana, my own true love for to see. It did rain all night the day I left, the weather was bone dry. The sun was so hot I froze myself, Suzanne, don't you go on and cry. I said, oh, Susannah, now, don't you cry for me, as I come from Alabama with this banjo on my knee."
La última que menciono para no aburrir, es una con toques de gaita. "The Irish Brigade". Preciosa. Si cierras los ojos y dejas la mente volar, te traslada a otros tiempos y lugares. Evocadora. Melancólica. 
No iba a hablar de esto hoy, pero las canciones me han venido a la mente y no he podido resistirme. Por cierto, ya que me he puesto ha escribir sobre música de la guerra civil americana, ahora esta de moda la película de Spielberg. "Lincoln" tiene 12 nominaciones a los Óscar. ¡Habrá que verla!